Adiestramiento avanzado en perros II: Ajustar la dificultad

15 de mayo de 2023

El adiestramiento canino es una actividad fundamental para garantizar el bienestar y la seguridad de nuestras mascotas. A medida que nuestro perro va adquiriendo destrezas y habilidades, es importante ir aumentando la dificultad de los ejercicios para seguir estimulando su mente y mantenerlo en constante aprendizaje.

Existen dos formas de aumentar la dificultad de los ejercicios de adiestramiento: cambiando el entorno o escalonando la dificultad del propio ejercicio añadiendo una variación. No hay un límite de dificultad, pero es crucial reducir la dificultad de los ejercicios cuando notemos que nuestro perro está teniendo dificultades para resolverlos.

Para planificar sesiones de adiestramiento avanzado, es importante tener en cuenta que no podemos entrenar en una dificultad muy elevada todos los días. Debemos alternar sesiones fáciles con algunas de mayor dificultad para que nuestro perro pueda progresar de manera constante y sostenible.

Ajustar la dificultad del entorno

Hablamos de dificultad del entorno cuando nos encontramos entrenando en un entorno con más distracciones. También suele utilizarse un entorno donde el perro tenga asociado a distracciones, aunque no las haya en ese momento. Un ejemplo de esto último podría ser entrenar en el parque donde suele jugar con otros perros, pero a una hora en la que no haya ningún otro perro. Entrenando en esta situación también estaríamos aumentando la dificultad del entorno.

Si decidimos aumentar la dificultad cambiando el entorno, es importante utilizar ejercicios de baja dificultad. Por ejemplo, si nuestro perro sabe hacer el «quieto» en casa, una buena manera de aumentar la dificultad del ejercicio puede ser practicando el «quieto» en la calle. Es esencial ir escalonando la dificultad del entorno. De casa pasaremos a la calle en un lugar con muy pocas distracciones. Una vez que nuestro perro haya dominado el ejercicio sin distracciones, iremos alternando sesiones con cada vez más distracciones. Esto permitirá aumentar la capacidad atencional de nuestro perro y su capacidad para mantener el enfoque en situaciones más desafiantes.

Ajustar la dificultad del ejercicio

Por otro lado, si decidimos aumentar la dificultad del ejercicio en sí mismo, lo haremos en un entorno sin distracciones. Algunos ejemplos de ejercicios de adiestramiento avanzado pueden ser aumentar la distancia del «quieto». Si nuestro perro sabe hacer un «quieto» a una distancia de 4 pasos, trataremos de aumentar la distancia hasta los 10 pasos. Poco a poco, podemos ir aumentando la dificultad del ejercicio del «quieto» haciendo una vuelta alrededor del perro mientras continúa sentado o tumbado en «quieto». Este suele ser un ejercicio dificultoso al inicio, pero con paciencia y dedicación, nuestro perro será capaz de superar este desafío.

Recuerda que el adiestramiento canino es una actividad que requiere tiempo, paciencia y constancia. No te rindas si tu perro no domina un ejercicio desde el primer día, recuerda que cada mascota tiene su propio ritmo de aprendizaje. Siempre es recomendable trabajar con un entrenador o educador canino profesional para garantizar que estás siguiendo las mejores prácticas y técnicas de adiestramiento, y para asegurarte de que tu perro está progresando de manera saludable y segura.

En otro artículo, hablaremos de más ejercicios de adiestramiento avanzado que puedes practicar con tu perro. ¡Mantente atento!

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