No se recomienda dar almendras a los perros, ya que pueden ser difíciles de digerir y causar problemas gastrointestinales como vómitos, diarrea y dolor abdominal. Las almendras también son ricas en grasas y calorías, lo que puede provocar aumento de peso y otros problemas de salud si se consumen en grandes cantidades.
Además, algunas almendras pueden contener hongos tóxicos que pueden ser dañinos para los perros. Además, las almendras también pueden ser un riesgo de asfixia para los perros, especialmente si se les da enteras o en trozos grandes.
En general, es mejor evitar dar almendras a los perros y elegir bocadillos más seguros y saludables para ellos. Si su perro consume almendras por accidente, observe si aparecen síntomas como malestar estomacal y, si es necesario, consulte a su veterinario.