No, los perros no deben comer cebolla, ya que puede ser tóxica para ellos. La cebolla contiene compuestos que pueden dañar los glóbulos rojos de los perros y provocar una afección conocida como anemia hemolítica. Los síntomas de la anemia hemolítica incluyen debilidad, letargo, falta de apetito, vómitos, diarrea y orina de color oscuro.
Incluso una pequeña cantidad de cebolla puede ser perjudicial para los perros, por lo que es importante asegurarse de que los alimentos que se les dan no contengan cebolla. Algunos alimentos para humanos, como la sopa, las pizzas y las comidas preparadas, pueden contener cebolla, por lo que es importante leer las etiquetas de los ingredientes antes de alimentar a su perro con cualquier alimento.
En resumen, es importante evitar darle cebolla a los perros, ya que puede ser tóxica para ellos. Si sospecha que su perro ha comido cebolla, busque atención veterinaria de inmediato.