La gelatina en sí misma no es tóxica para los perros y en pequeñas cantidades es generalmente segura para que la coman. De hecho, algunos dueños de mascotas dan gelatina a sus perros como un tratamiento bajo en calorías, ya que es rica en proteínas y baja en grasas.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la mayoría de las gelatinas comerciales contienen altos niveles de azúcar y aditivos, lo que puede no ser beneficioso para la salud de su perro. El exceso de azúcar puede provocar caries, obesidad y otros problemas de salud, como la diabetes.
Si desea ofrecerle gelatina a su perro, es mejor hacer su propia gelatina en casa utilizando ingredientes naturales y sin azúcar, y ofrecerla en pequeñas cantidades como golosina ocasional. Asegúrese de hablar con su veterinario antes de agregar cualquier nuevo alimento a la dieta de su perro y asegúrese de supervisar de cerca a su perro mientras come cualquier cosa, incluyendo gelatina.