No se recomienda que los perros coman huevos crudos, ya que pueden contener bacterias como la salmonela que pueden ser perjudiciales para su salud y la de su familia.
Además, hay un compuesto en la clara del huevo llamado avidina, que puede inhibir la absorción de la vitamina B7 (biotina), lo que puede llevar a problemas de piel y pelaje en los perros.
Por lo tanto, si desea ofrecer huevos a su perro, es mejor cocinarlos para evitar cualquier riesgo de infección bacteriana y mejorar la biodisponibilidad de los nutrientes en el huevo. Un huevo cocido duro o una tortilla son opciones seguras y nutritivas para su perro, siempre y cuando no se agreguen condimentos ni especias que puedan ser perjudiciales para ellos. Como siempre, es importante ofrecer una dieta equilibrada y adecuada a las necesidades nutricionales de su perro y consultar a su veterinario si tiene alguna duda sobre la alimentación de su mascota.