Las judías blancas, al igual que otras legumbres, pueden ser difíciles de digerir para algunos perros. Contienen oligosacáridos, un tipo de carbohidrato que los perros no pueden digerir completamente, lo que puede provocar gases, hinchazón abdominal, diarrea y malestar estomacal.
Sin embargo, en pequeñas cantidades y bien cocidas, las judías blancas pueden ser una fuente saludable de proteínas vegetales y fibra para algunos perros. Si desea alimentar a su perro con judías blancas, asegúrese de cocinarlas completamente y enjuagarlas bien antes de ofrecérselas, ya que esto ayuda a reducir el contenido de oligosacáridos y a mejorar su digestibilidad. También es importante ofrecerlas con moderación y no como una fuente principal de proteínas en la dieta de su perro. Como siempre, es importante supervisar la reacción de su perro después de comer nuevos alimentos y consultar a su veterinario si tiene alguna duda sobre la alimentación de su mascota.