Sí, el pescado es una buena fuente de proteínas y ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para la salud de los perros. Los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a mantener una piel y pelaje saludables, así como a reducir la inflamación y apoyar la salud del corazón y del cerebro.
El pescado debe ser cocido y servido sin huesos, ya que los huesos pueden astillarse y causar obstrucciones en el tracto gastrointestinal de los perros. También es importante asegurarse de que el pescado no tenga piel, escamas ni espinas, ya que pueden ser difíciles de digerir y potencialmente causar obstrucciones.
Además, algunos tipos de pescado pueden contener niveles elevados de mercurio u otros contaminantes, por lo que es importante elegir tipos de pescado con bajo contenido de mercurio y asegurarse de que estén bien cocidos antes de alimentar a su perro. También es importante evitar dar pescado crudo o sin cocinar, ya que puede contener bacterias o parásitos que pueden ser dañinos para los perros.