No es recomendable alimentar a los perros con tomate frito, ya que a menudo contiene altos niveles de sal, azúcar y otros ingredientes que no son saludables para los perros. El tomate frito también puede contener cebolla o ajo, que son tóxicos para los perros y pueden provocar anemia y otros problemas de salud.
Además, los tomates contienen una sustancia llamada solanina, que puede ser tóxica para los perros si se consume en grandes cantidades. Si bien los tomates maduros y crudos se consideran seguros para los perros en cantidades moderadas, el tomate frito no es recomendable para su consumo.
En general, es mejor alimentar a su perro con alimentos y golosinas diseñados específicamente para ellos, y siempre es recomendable hablar con su veterinario antes de agregar cualquier nuevo alimento o golosina a la dieta de su perro.